Frases hechas que odio (5):

“Yo soy así”

Lo que me resulta odioso de la frase, como en otras ocasiones, no es la frase en si, sino la utilización que de ella se hace, es decir como justificativo de todo, si soy un malcriado, es que yo soy así tengo un carácter muy fuerte, si te falto el respeto, es que tengo un pronto, etc. creo que ejemplos tenemos todos miles de este tipo, el individuo en sí que utiliza esta estratagema, nunca pide perdón, sólo se justifica con él, yo soy así, pero analicemos la frase con detenimiento, que quiere decir que él es así, que no va a cambiar por nada ni por nadie y al que no le guste que se fastidie, y me pregunto donde queda la convivencia, la aspiración a cambiar y mejorar como persona, o el simple respeto hacia los demás. Lamentablemente de lo que no se percata esa gente, es  que si todos tuviéramos esa actitud terminaríamos, convirtiendo la sociedad en un absoluto caos en que nadie se llevaría con nadie.

El maldito invento de Ford

Gracias a Henry Ford y su cadena de montaje se acelera y abarata la producción, produciendo un stock de productos muy alto, dando como resultado que se tenían más productos que demanda existía, con lo cual la solución que se les ocurrió fue la de crear la necesidad en los ciudadanos de tener productos que no necesitaban, es decir, antiguamente el mercado funcionaba así: los ciudadanos demandaban un producto y las empresas lo ofertaban, ahora las empresas ofertan productos para los cuales no existe demanda, pero que ellos mismos se encargan de crear la demanda, a través del marketing y los medios de comunicación, ese fue el primer paso,  el segundo paso fue limitar la vida de los productos, para que constantemente sigamos consumiendo. Y en eso andamos, deseando y comprando cosas que no necesitamos con la promesa de encontrar la felicidad en ellos.

Como cambian las cosas

Hemos pasado de ver a la naturaleza como algo todopoderoso y eterno, que asechaba al hombre quien debía cuidarse de ella, a verla como frágil y acosada por el hombre quien debe cuidarla.

Justicia

Pienso que la justicia está sobrevalorada, no es que crea que no es útil o necesaria en una sociedad sana, sino que ocupa un lugar extremadamente importante en la conciencia colectiva, con el riesgo intrínseco de que se confunda la venganza con la justicia, cosa nada difícil ya que la línea que separa ambas no está muy bien definida, al menos en el pensamiento del común de la gente, quizás si lo esté más clara en las leyes, pero de poco importa cuando la mayoría de la gente no entiende que la principal función de las cárceles (al menos en teoría) es la de conseguir la reinserción de los presos, así como que un estado democrático no puede permitirse tener un solo inocente preso, aunque con ello deje a muchos culpables en libertad, los términos y formas de las leyes que imparten justicia en España son por lo general ajenos o complejos de entender para la mayoría de la población, y más allá de que el sistema se puede y se debe mejorar, así como del terrible hecho de que hoy en día, en el siglo 21, siga existiendo una ley para los ricos y otra para los pobres, las bases sobre las que se sostiene la justicia en España representan cientos de años de avances en el pensamiento humano con respecto a la ley del talión, el famoso ojo por ojo, que como bien dijo Mahatma Gandhi, dejará a todo el mundo ciego. Por lo tanto, insisto en que la búsqueda de justicia debe tener como límite la venganza, ya que donde una empieza acaba la otra, y que cuando, en un caso sea más lo que se pierda que lo que se gana haciendo justicia, se debe pensar en que existen cosas más importantes que la propia justicia y que éstas deben estar por encima de todo. Cuáles son estas cosas, lo dejo como tema de reflexión personal para que cada cual encuentre las suyas. Por cierto, me gustaría conocerlas, así que animo a todos a que comenten que cosas consideran más importantes que la justicia.