Últimamente existe un gran
revuelo alrededor de la posibilidad (real o ficticia) de la independencia de
Cataluña, y he leído y oído muchas barbaridades, algunas, lamentablemente la
mayoría, sin ninguna lógica. Un ejemplo de este sin sentido, de este guirigay
de opiniones es una frase que escuché de una señora de bien: “¿Qué dicen? que
no son españoles, ¿Qué miren a ver su DNI a ver que pone?”. Bueno resulta claro
que esta señora desconoce la diferencia entre la nacionalidad de un individuo,
trámite burocrático que le adjudica a una persona derechos y deberes como
ciudadano de un país, y su identidad nacional, que parte de un sentimiento de
pertenencia social y cultural aun determinado país o pueblo, vaya rollo me acabo
de largar para explicar algo tan obvio como que una persona que ha pasado toda
su vida en un determinado país, digamos Uruguay, y que por circunstancias de la
vida pasa su jubilación en España con todos sus papeles en regla, no deja de
sentirse Uruguayo, ponga lo que ponga su DNI. Bien, una vez desmontado un
argumento tan absurdo sólo decir que la mayoría de los alegatos en contra de
las aspiraciones independentistas de algunos catalanes, están al nivel del
anterior ejemplo. Pero entremos en materia, el tema no es baladí ni tan simple como
un a favor y en contra, así que necesitaré algunas líneas para dar mi opinión:
El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho de autodeterminación
está recogido en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, de la ONU, así
que es un derecho lícito, que al gobierno español le sería difícil, con el
derecho internacional público en la
mano, negar a Cataluña al posibilidad de pedir su autodeterminación, así que
sí, estoy de acuerdo con el derecho de cualquier pueblo a independizarse, yo y
por cierto el gobierno español también, que suscribe los Pactos Internacionales
de Derechos Humanos de la ONU, es indudable que una parte significativa de
Cataluña está a favor de la independencia, y más allá de que yo esté seguro de
que todo este proceso no es sino una cortina de humo para desviar la atención
de los ciudadanos del robo indiscriminado que lleva años y años realizando el
gobierno catalán con una trama de corrupción enorme, y sin olvidar que gran
parte del auge del nacionalismo en Cataluña viene dado por la reiteración de
falsos eslogan como; España nos roba, una vez más una cortina de humo, teniendo
en cuenta todo lo anteriormente expuesto, reitero: nadie puede negarle a un
pueblo la posibilidad de decidir su futuro, otra cosa muy distinta es que a mí
me guste que Cataluña se separe de España, desde luego no me gustaría, por
varias razones; porque creo que en el siglo 21 debemos quitar fronteras,
destruir barreras y conservar las diferencias culturales, así que poner más fronteras, no creo que sea bueno
para el conjunto de la humanidad, además está claro que España perdería parte
de su riqueza histórica y cultural, y tanto España como Cataluña pasarían por
un periodo de profunda crisis económica, probablemente más grave que la que
vivimos, así que a nadie beneficia este proceso, pero el empecinamiento, los
intereses creados y en parte la manipulación han llevado a un enfrentamiento
suicida entre España y Cataluña, cuando la estrategia debería ser, dejarles
tener un referéndum reconocido por el gobierno central e intentar tenderle la
mano a Cataluña, y a cualquier parte de España que se sientan maltratadas y
convencerlas de que juntos podemos convivir respetándonos y sumando nuestras
diferencias para enriquecernos culturalmente los unos de los otros, como haría
una gran familia, y así mostrarle al resto del mundo el camino a seguir para la
convivencia armónica y solidaria de los pueblos, ya que no somos, al fin y al
cabo, otra cosa si no pobladores de una pequeña piedra que viaja por la
inmensidad del universo.