jueves, 26 de enero de 2017

Espejismos en el desierto europeo.


Durante más de 20 años las políticas de ideología social demócrata han predominado en Europa, y después de este periodo la gente ha empezado a perder la fe frente a este tipo de políticas. Se les prometió un mundo mucho mejor, más igualitario, se les pintó un futuro bucólico lleno de riquezas y derechos, y después de todo este tiempo lo que los ciudadanos se han encontrado es que esas promesas no se han cumplido, o al menos no al nivel que esperaban, si a eso le sumas la terrible crisis económica que no parece tener fin, y la muerte anunciada de la Unión europea, el resultado es un hastío, frustración y desencanto en gran parte de la población. Entonces ¿Qué soluciones proponen los políticos frente a esta necesidad de cambio? La izquierda nos dice que la social democracia es una mezcla de socialismo y capitalismo y que lo que falla son los porcentajes, la solución está en reducir el porcentaje que tiene el capitalismo en nuestra sociedad, a través de un mayor control del estado en los mercados, y favoreciendo lo público, e incluso expropiando si fuera necesario. Por supuesto, como ya habrás deducido la derecha opina todo lo contrario, la solución está en aumentar el porcentaje de capitalismo, en la mezcla todo lo que se pueda, es decir: libre mercado, privatización etc. Pues bien ya tenemos planteadas claramente dos posibles soluciones a la disyuntiva de hacia dónde debe ir la sociedad en el futuro, partiendo de que el modelo actual no ha cumplido las expectativas que de él se esperaban. Ahora bien, el auge de la derecha nos hace pensar que mucha gente ya ha elegido bando, pero para entender esta situación debemos tener en cuenta algunos factores, que lamentablemente, están haciendo que gran parte de la población europea se decante por esta opción, por un lado tenemos que la izquierda nos pide un esfuerzo conjunto de los ciudadanos para en un futuro tener esa sociedad idílica que todos deseamos, y por el otro lado la derecha nos ofrece resultados inmediatos y sin ningún esfuerzo de los ciudadanos, buen ejemplo de ello es el discurso de investidura de Trump, en donde primaban esos dos factores, es cierto que el caso de E.U.A. es ligeramente diferente, pero el Neo- liberalismo que representa el nuevo presidente de Estados Unidos, es sin duda universal, está claro que si tenemos en cuenta que la opción, aparentemente más cómoda para el ciudadano, es la que ofrece la derecha y a eso le sumamos el miedo a la emigración, y el acierto de la derecha de camuflar de novedad las políticas liberales, dan como resultado el avance de la derecha en Europa.