El otro día vi una entrevista a Killian Jornet, el corredor
de ultra maratones de montañas más importante de su generación, y como en otras
entrevistas, las pocas que da, comentaba lo sobrevalorado que, según él, están
los deportistas. Que el sólo es una persona que corre más rápido que otros
corredores, y que sería más lógico entrevistar a personas que tuvieran cosas
más importantes que decir, filósofos, científicos, etc. Desde mi punto de vista
no le falta razón, no es que no me interesen las estrellas deportivas, pero
creo que deberíamos poner las cosas en su lugar y en su justa medida. Vivimos
en un sociedad donde se ha llevado a los altares a los grandes deportista, con
una admiración y respeto, acompañadas de enormes ganancias, solo comparable
con los gladiadores romanos, quizás se nos ha ido de las manos, que un
deportista cobre miles de veces más que un médico que salva vidas todo los
días y que esto sea algo normal, no me resulta lógico, ya sé que muchos opinarán
que los deportistas generan dinero y por tanto, que una parte vaya a parar en
sus manos es de sentido común, y desde luego es así, pero que algo sea normal,
incluso legal no hace que sea justo, equitativo y moral. Sobre estos temas
económicos no pienso insistir mucho más, ya mi bloq está lleno de referencias y
explicaciones de este tema, en este caso dejaré que el lector saque sus propias
conclusiones tirando del hilo, así que mejor retomaré la entrevista de Kilian,
ya que a pesar de creer no tener mucho que aportar a la sociedad en una entrevista,
a mí me dejó mucho material para reflexionar, La motivación en el deporte es
puro egoísmo, proseguía comentando Jornet en dicha entrevista, una vez más no
le falta razón, y a riesgo de parecer repetitivo, debo aclarar que no me parece
mal que la gente se trace metas y las intente superar, pero como ya he
comentado en algún otro artículo, la vida no es una competición y se puede ser
feliz ganando, llegando el segundo, el último e incluso sin competir, así que
carece de sentido esta exaltación de superar metas y competitividad, para luego
quejarnos de que vivimos en una época de postureo, en donde es más importante
saltar más lejos, que encontrar una cura para el cáncer, en donde es mejor
lucir músculos que tener una carrera universitaria, o hacer mil abdominales
diarios es más digno de admiración que leer un libro al día. Todo tiene su
importancia y todo aporta, desde luego, pero si hablamos de prioridades y
valor, estoy convencido de que la vara de medir es errónea.
Les dejo en enlace de la susodicha entrevista