viernes, 16 de junio de 2017

La vara de medir.



El otro día vi una entrevista a Killian Jornet, el corredor de ultra maratones de montañas más importante de su generación, y como en otras entrevistas, las pocas que da, comentaba lo sobrevalorado que, según él, están los deportistas. Que el sólo es una persona que corre más rápido que otros corredores, y que sería más lógico entrevistar a personas que tuvieran cosas más importantes que decir, filósofos, científicos, etc. Desde mi punto de vista no le falta razón, no es que no me interesen las estrellas deportivas, pero creo que deberíamos poner las cosas en su lugar y en su justa medida. Vivimos en un sociedad donde se ha llevado a los altares a los grandes deportista, con una admiración y respeto, acompañadas de enormes ganancias, solo comparable con  los gladiadores romanos, quizás se nos ha ido de las manos, que un deportista cobre miles de veces más que un médico que salva vidas todo los días y que esto sea algo normal, no me resulta lógico, ya sé que muchos opinarán que los deportistas generan dinero y por tanto, que una parte vaya a parar en sus manos es de sentido común, y desde luego es así, pero que algo sea normal, incluso legal no hace que sea justo, equitativo y moral. Sobre estos temas económicos no pienso insistir mucho más, ya mi bloq está lleno de referencias y explicaciones de este tema, en este caso dejaré que el lector saque sus propias conclusiones tirando del hilo, así que mejor retomaré la entrevista de Kilian, ya que a pesar de creer no tener mucho que aportar a la sociedad en una entrevista, a mí me dejó mucho material para reflexionar, La motivación en el deporte es puro egoísmo, proseguía comentando Jornet en dicha entrevista, una vez más no le falta razón, y a riesgo de parecer repetitivo, debo aclarar que no me parece mal que la gente se trace metas y las intente superar, pero como ya he comentado en algún otro artículo, la vida no es una competición y se puede ser feliz ganando, llegando el segundo, el último e incluso sin competir, así que carece de sentido esta exaltación de superar metas y competitividad, para luego quejarnos de que vivimos en una época de postureo, en donde es más importante saltar más lejos, que encontrar una cura para el cáncer, en donde es mejor lucir músculos que tener una carrera universitaria, o hacer mil abdominales diarios es más digno de admiración que leer un libro al día. Todo tiene su importancia y todo aporta, desde luego, pero si hablamos de prioridades y valor, estoy convencido de que la vara de medir es errónea.

Les dejo en enlace de la susodicha entrevista