Los crímenes perpetrados por dictaduras son crímenes contra
la humanidad y no pueden prescribir ni ser amnistiados, uno de los pilares
fundamentales de cualquier democracia debe ser la justicia. No puede ser que
una víctima y luchador por la democracia como José María Galante Serrano, no tenga
ningún reconocimiento por parte del estado, no digo como víctima, que también,
si no como héroe de la democracia, mientras su torturador Billy el Niño, quien
vivía a pocos metros de su víctima, muriera con sus cuatro condecoraciones
intactas, como si fuese un héroe, el mundo al revés. No se trata de abrir
heridas, porque para ello deberían estar cerradas, no se trata de venganza, se
trata de justicia, no se trata de mirar al pasado, se trata de construir un futuro,
para lo cual no podemos olvidar que si un pueblo no conoce su historia, está
condenada a repetir los mismos errores, y últimamente se le empiezan a ver las
orejas al lobo.