A alguien se le ocurrió la curiosa idea de utilizar la
arroba para referirse a femenino y masculino, hasta aquí nada que objetar, más que lo que ya he apuntado, es decir que me resulta un invento curioso, el
problema viene cuando lees un texto en voz alta y tienes que recurrir al ellos,
ellas, los, las, todos, todas, etc. Es entonces cuando aparece el verdadero problema, un texto
corto se alarga y se vuelve tedioso, no solo para quien lo oye, sino también para
quien lo lee, ¿Entonces, por qué parece haberse puesto de moda en algunos círculos
supuestamente progresistas, qué es lo que aporta al lenguaje? Vamos por partes,
quienes apoyan esta fórmula, alegan que el lenguaje es machista y que ese “pequeño”
cambio es un granito de arena hacia la igualdad, ¿O, debería poner iguald@d, ya
que la palabra es femenina, pero se refiere a todos, todas? ¿Si escribo
igualdad, el término es menos igualitario, que si escribo, iguald@d? el
castellano tiene un origen machista, pero no sólo machista, sino racista, fascista
y todo lo retrogrado que uno se pueda imaginar, ya que nuestra lengua es muy
antigua, con lo cual la pregunta es: ¿Si usamos un lenguaje que tiene sus orígenes
en el machismo, es propiciar el machismo? Y mi respuesta es: Por supuesto que
no, las palabras tienen el sentido que la gente les dé, ejemplo de ello es:
Cuando los homosexuales se llaman entre ellos maricón, dudo mucho que alguien
piense que se están insultando, las palabras por supuesto que tienen un
significado, pero la intención con la que se dicen, puede hacer que éste cambie,
y en España deberíamos saberlo bien, ya que se utilizan de forma afectiva
muchos insultos. Hijos de parejas homosexuales utilizan expresiones de origen
machista y no por ello lo son, podría alargarme con ejemplos hasta el infinito,
pero no creo que sea necesario, sólo dos apuntes más: primero, dejar constancia
de que no he utilizado argumentos de índole
gramatical, que los hay y muchos, eso lo dejo para los expertos, que desde
luego yo no lo soy, y segundo: que si a alguien le preocupa el significado de
las palabras y no el uso que de ellas se hace, que piense un poco antes de decir,
si es que lo hace,: me cago en la leche.
Y así con esa inquietante imagen mental
los dejo a todos, todas hasta la próxima.
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