En internet puedes encontrar miles de webs como: The Eyes of Children around the World (página
de facebook) que se basa, como su propio nombre indica, en mostrar fotos de
niños, en su mayor parte pertenecientes a países pobres y con apariencia
exótica para nuestros estándares occidentales. normalmente las fotos suelen ser
de excelente factura, desconozco si cumplen con los derechos de autor, eso es
otro tema, así que es normal que dichas páginas cuenten con miles de seguidores
y decenas de miles de visualizaciones, todo normal, el problema surge cuando
resulta que probablemente muchos de esos europeos que disfrutan observando
fotos hermosas a la par que
enternecedoras de infantes, resulta que no permiten que se les hagan fotos de
ningún tipo a sus hijos y mucho menos que se suban a la red, con la intención
de salvaguardar la privacidad de sus hijos, de ese demonio peligroso que es
internet y todos sus derivados. Es cierto que muchos de estos padres alegan que
si otros progenitores autorizan la distribución de la sagrada imagen de sus
retoños por internet es cuestión de ellos y
que por supuesto son totalmente respetuosos con esa decisión pero ellos
no opinan igual, no solo existe una doble vara de medir en este proceder: estoy
en contra de algo, pero lo propicio participando visualizando dichas fotos,
sino que además existe un gran desconocimiento del funcionamiento de las redes
sociales e internet en general, lo cual les lleva a temer por la seguridad de
sus hijos. Es decir, me resulta bonita la foto de es ese niño con los ojos
rasgados que está sentado en un campo de arroz, o ese niño africano casi
desnudo que mira a la cámara con inocencia, pero que terrible es que en un
cumpleaños de algún amigo de mi hijo alguien saque fotos y las suba a su
Facebook, Instagram, etc. No vaya a ser que alguien tropiece con esa foto de
entre las miles y miles de millones que pueblan la red, para muestra solo decir
que cada minuto: En Flickr son vistas 20 millones de fotos. En Instagram se
suben 3.600 fotos. En Snapchat se comparten 104.000 fotos. Vivimos en la era de la información,
principalmente visual, y cualquiera tiene derecho a no participar, pero entrar
en una especie de pánico sin sentido, intentando de forma desesperada que sus hijos
no acaben en la red, viviendo rodeados de cámaras las 24h (todos los móviles
actuales tienen cámara de fotos y video) del día me resulta una labor
extenuante y estéril, en la mayoría de los casos movidos por el miedo a una
especie de monstruo con millones de cabezas pero sin un rostro definido, las explicación
más común es: Hay mucho pervertido suelto en internet, y la pregunta es: ¿más
allá de lo que pueda hacer este supuesto desviado en su casa, como puede
afectar de forma negativa al crecimiento del menor, le puede hacer budú, o cómo
va la cosa, y digo yo esos mismos pervertidos no están también en la calle y
tienen ojos, o quizás llevan a sus hijos por la calle con burka?
Soy fotógrafo y nunca nadie me ha preguntado si los padres
de los menores que he fotografiado y subido a mi web en el apartado de viajes
(procedentes de países como Nepal, la India, Vietnam, etc.), me autorizaron
para poder hacerlo, sin embargo si me han preguntado más de una vez por las
fotos de niños blancos y rosadamente occidentales: Con tono de extrañeza ¿los
padres te permitieron poner esas fotos en tu web?
Que quede claro que respeto las decisiones de dichos padres
y entiendo la intención de protección hacia sus retoños, aunque espero que me
permitan opinar que este tema de las fotos de menores en internet, es la
versión moderna de la leyenda urbana de los caramelos con droga a la salida de
los colegios.
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