Vivimos en un tiempo excepcional, la humanidad nunca ha
visto la tecnología avanzar tan rápidamente, una generación tiene el privilegio
de hacerse mayor en un mundo muy diferente al de su infancia e incluso al de su
adolescencia. En apenas 30 años hemos pasado del teléfono fijo a las video
llamadas, ese futuro con el que la humanidad llevaba décadas soñando a través
de libros y películas de ciencia ficción por fin se ha hecho realidad. A pesar
de ser un cambio brutalmente rápido, insisto, como nunca en la historia de la
humanidad, nuestros abuelos vivieron en un mundo casi idéntico al de sus
abuelos, resulta que nos hemos adaptando tanto y de tal manera que nos cuesta
ver este proceso como algo excepcional, pero la realidad es que el mundo ha
cambiado y seguirá cambiando para bien y para mal, y no veo que la humanidad y
en especial la izquierda política tenga una hoja de ruta adaptada a los tiempos
actuales, no por las bases de su discurso que creo que son válidas, universales
y probablemente eternas, sino en la forma de llevarlas a cabo. Para entendernos
mejor hagamos un repaso de los métodos de la izquierda en el siglo XX; Se
apoyaba la emancipación de los pueblos, la independencia de los países y su
unión a bloques de frente común contra el capitalismo, con la intención de ir
adhiriendo poco a poco más países, en aquella época el mundo era grande y la
idea romántica de crear pequeños paraísos socialistas apartados del mundo
parecía factible (harina de otro costal es la implosión de esos proyectos),
Pues bien, internet, las telecomunicaciones, la industrialización, la
sobrepoblación y los medios de transportes modernos, han logrado construir otro
escenario totalmente distinto, en donde la globalización es un hecho real y
donde el cambio climático nos obliga a entendernos con el conjunto de países
que forman nuestro mapamundi, estos y otros factores hacen urgente nuevos
proyectos de futuro en el discurso de la izquierda para afrontar problemas
globales: la emigración, la contaminación, así como las enfermedades, no
conocen fronteras.
El futuro es hoy y nos plantea retos que necesitan
soluciones inmediatas, y lamentablemente las viejas fórmulas no valen, me
resulta un tema agobiante, ya que no creo que la solución sea fácil y el tiempo
apremia, nunca pensamos que el futuro llegaría tan pronto, la realidad es que
no estamos preparados para su llegada, como si de un hijo no planificado se
tratase, e igual que en el caso de un hijo no esperado tendremos que improvisar
y hacerlo lo mejor que podamos, solo tenemos que darnos cuenta que el futuro ya
está aquí.
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