Todo esto me hace llegar a dos conclusiones: Primero que al sistema no le preocupa lo que se dice en serio, ya que saben cómo anularlo (con mentiras) y segundo que el humor es algo sobre lo que los poderes fácticos no tienen ningún control, más que la persecución y la prohibición.
domingo, 1 de diciembre de 2019
La risa mata el miedo.
Desde luego algo está mal en este país, cuando cualquier contertulio
puede decir lo que quiera con toda libertad, por muy chocante o fuera de
lugar que sea, y sin embargo los cómicos están acojonados a la vez que
coartados a la hora de hacer humor.
Todo esto me hace llegar a dos conclusiones: Primero que al sistema no le preocupa lo que se dice en serio, ya que saben cómo anularlo (con mentiras) y segundo que el humor es algo sobre lo que los poderes fácticos no tienen ningún control, más que la persecución y la prohibición.
Todo esto me hace llegar a dos conclusiones: Primero que al sistema no le preocupa lo que se dice en serio, ya que saben cómo anularlo (con mentiras) y segundo que el humor es algo sobre lo que los poderes fácticos no tienen ningún control, más que la persecución y la prohibición.
lunes, 16 de septiembre de 2019
Eutanasia
Negarle a un ser humano la Eutanasia es sin duda una de las cosas más crueles que se le puede hacer a una persona, no ya por el dolor físico y mental que puede estar padeciendo quien desea acabar con su vida, sino por la humillación absoluta que supone no permitirle decidir sobre el final de su existencia, es despojarle de toda capacidad de decisión y libertad, es reducirle a un esclavo, a un objeto propiedad de alguien quien en última instancia decide por él, me resulta cruel en todos los sentidos.
lunes, 9 de septiembre de 2019
El sentido de la vida
Tradicionalmente la búsqueda del sentido de la vida es un tema recurrente a lo largo de la historia de la humanidad, el buscar una trascendencia a nuestra existencia es algo común al ser humano, las clásicas preguntas: ¿Que hacemos aquí, porque hemos venido, a dónde vamos? Resultan ser pilares de nuestro arraigo cultural, todo ello es fruto de la búsqueda evolutiva y útil de encontrar patrones lógicos, así como del posterior desarrollo en religiones organizadas. Toda esta especie de vacío existencial nos lleva a pensar que la vida es vacua e infructuosa sin un plan preestablecido, sin un fin último, siendo desde mi punto de vista todo lo contrario ¿Qué sentido tendría el libre albedrío, la posibilidad de tomar decisiones, la libertad, si existiera un destino inamovible y pre-escrito? ¿Qué responsabilidad tendríamos sobre nuestros actos, si solo somos personajes en una obra donde no tenemos voz propia? Pero quizás no exista un destino inalterable, si no un fin que debemos cumplir, algo así como cuando alguien nace en una familia dedicada a la medicina, y donde se carga al joven con la responsabilidad de perpetuar dicha estirpe, quiera o no. Mucha responsabilidad pienso yo, más aun sabiendo que dicho rol es desconocido por cada uno de nosotros ¿Es el mismo para todos, o cada uno tiene uno distinto, como puedo saber cuál es mi obligación, y si muero antes de cumplir con ella, que pasa? Resulta todo muy estresante, volvemos una vez más al punto de partida ¿Dónde queda el libre albedrio, la posibilidad de hacer lo que desee con mi vida, en que se diferencia esto de las castas de la India, o de la antigüedad con la división entre personas y esclavos, en todos los casos es decisión divina lo que nos toca ser en la vida?
Y digo yo ¿no es más sencillo pensar como dice la ciencia (que son los expertos) que somos producto de una serie de coincidencia azarosas que derivaron en un proceso evolutivo que continua hasta nuestros tiempos, y que por lo tanto tenemos por delante un futuro en blanco del cual somos dueños, en la medida de nuestras posibilidades, para hacer y ser lo que queramos?
miércoles, 8 de mayo de 2019
Contradicciones
El proceso de gestación y crianza de una nueva vida me
resulta un tema apasionante desde el punto de vista antropológico e incluso filosófico,
ya que plantea una de las mayores contradicciones de la especie humana. Por un
lado tenemos el hecho de que tener un hijo, siempre que este sea buscado de
forma consciente y en condiciones normales, es uno de los actos más egoístas
que podemos hacer. Tener un hijo casi como una propiedad a la espera de que
físicamente se parezca a nosotros es sin duda un acto egoísta y mucho más en
los tiempos que corren, siendo conscientes del terrible problema de sobre
población que acecha a nuestro planeta, así como los millones de niños pobres
que no cuentan con padres, que pululan sueltos por el mundo, que no se me mal
interprete, no juzgo a nadie que en su pleno derecho desee tener un hijo, desde
luego no es lo más conveniente para el planeta, pero quizás no lo sea que
existamos ninguno de nosotros y no pido a nadie que se suicide por ello, además
que el proceso en el caso de la madre de engendrar un hijo y pasar por el
embarazo es una experiencia vital imposible de prohibir a cualquier mujer, todo
ello no quita que el acto de traer un hijo al mundo pase por una motivación
puramente egoísta, pero por otro lado, y aquí se plantea la maravillosa
contradicción, una vez parido el retoño, el instinto realiza el proceso inverso
y hace florecer en los padres y madres un sentimiento altruista, difícil de
igualar, para con su hijo.
El mundo de los hombres se construye de contradicciones,
algunas hermosas otra no tanto, esta sin duda es una de mis favoritas.
jueves, 28 de marzo de 2019
Derechos y Deberes
Es muy poco el deber de un ciudadano en unas elecciones y muchos los derechos que este les otorga, pero lamentablemente el voto irracional, pasional e ignorante, parece ser la normalidad en este país, pero todo siempre puede y debe cambiar, es nuestro deber como ciudadanos.
miércoles, 13 de febrero de 2019
Libros
Le pregunté a una amiga si leía, y me respondió que sí, insistí ¿no contando los textos de internet? Pues en ese caso, poco o nada respondió, hecho que me preocupó al ver en su comportamiento un reflejo de la juventud actual. No es que en tiempos anteriores se leyera más, ya que técnicamente es probable que hoy en día se lea más, el problema reside en la falta de lectura compresiva, reflexiva y extensa, y es que a los ya resabidos atributos positivos que otorga la lectura a quien la realiza, debemos sumar por un lado los beneficios que da la lectura sosegada que nos aporta un libro, al mantener una historia con sus diferentes matices, y reflexiones, entrelazados por un hilo conductor, durante muchas horas de lectura, todo ello en un mundo en el que vivimos sobre estimulados y bombardeados constantemente de información, donde dedicarle días, incluso semanas, llenas de horas de concentración en una historia, reflexión, tema, etc. Según sea el contenido del libro, es no solo algo excepcional, sino totalmente sano y recomendable, un antídoto ante el zapping mental que sufrimos a diario. Por otro lado nos permite tener una visión más completa de la realidad, entender que la verdad no se encuentra en un meme, que una buena frase es sólo el resumen, la puerta de un pensamiento más amplio y complejo, lo cual nos predispone a ser más críticos, reflexivos, así como a intentar tener la mayor cantidad de información sobre un hecho antes de opinar, algo desde luego muy necesario en una época, en que gracias a las redes sociales, todos somos, en mayor o menor medida, divulgadores de información.
Así que en resumidas cuentas, leamos libros, no vale con leer un par de textos de escasa líneas en internet, por muchos de ellos que leamos al día, tu cerebro lo agradecerá y el resto de la humanidad también
martes, 5 de febrero de 2019
Venezuela
VENEZUELA, posiblemente la palabra más repetida en los
telediarios, mucha información, gran confusión, demasiados intereses, poca
reflexión, y todo ello con la posibilidad de un final terrible. Pero, ¿qué pasa
en realidad en la patria de Bolívar?, ¿existe algo más allá de Maduro-malo,
Guaidó-bueno? Lamentablemente la realidad venezolana es mucho más compleja y
delicada que la simple polaridad que se nos plantea. Por ejemplo: Se puede ser
de izquierdas y estar en contra del régimen chavista, se puede creer que Guaidó
no es la solución y no estar con Maduro.
Vayamos por partes, cuando Maduro crea una Asamblea Nacional
constituyente, es decir duplica la Asamblea Nacional, por una parte está la
elegida democráticamente en las urnas, y por otra la creada y controlada por
Maduro, esta última se crea gracias al poder constituyente, que aparece en la
constitución venezolana en al artículo 347, este poder permite crear dicha
Asamblea por mandato popular, en este caso a través de un referéndum, ergo si
es constitucional, tanto como es una jugada de Maduro para tener una Asamblea
que él pueda controlar, ya que pervierte la función del poder constituyente que
existe con el fin exclusivo de “crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar
una nueva Constitución” y desde luego no suplir las funciones de una Asamblea
electa, cosa que sin duda Maduro se pasa por el puente del triunfo, ya que la
constituyente redacta y aprueba todo tipo de leyes, cumpliendo funciones que no
le otorga la constitución. Frente a este comportamiento la Asamblea Nacional
electa, decide que Maduro no cumple sus
funciones y se agarra al artículo 233 para considerar que existe una falta
absoluta del presidente y así poder nombrar a un presidente provisional, el
aplicar dicho artículo a pesar de ser un recurso valido es sin duda un
despropósito desde varios puntos de vista, partiendo del hecho de considerar a
Maduro en falta absoluta de sus funciones, una afirmación de poca o nula base
jurídica. Por otro lado tenemos el hecho de que Guaidó no tiene forma de hacer
real su cargo, ya que el control de los órganos del estado y en especial del
ejército, lo tiene Maduro quien es el único que ostenta el poder real de
presidente, quedando Guaidó a la espera de asumir el poder de su cargo
simbólico, todo ello sin olvidar que el mismo artículo que utilizó la Asamblea
electa para nombrarlo presidente, lo obliga a convocar elecciones en un plazo
de treinta días.
Pues bien, ¿y ahora qué?, ¿cuáles son las opciones reales para
Guaidó para poder gobernar? bueno existen algunas fórmulas pactadas y
negociadas, pero de momento no parecen muy factibles, lamentablemente la más
probable pasa por una acción armada, bien sea de forma interna (guerra civil) o
de forma externa (invasión) en cualquier caso con un derrame de sangre y
sufrimiento de la población civil, y en dicho caso la responsabilidad sería
arrojada a la cara de los dos mandatarios, culpándose mutuamente, como si
importara de quien es culpa y no tanto el dolor y la muerte inferida al pueblo,
ojalá que todo esto termine de una forma pacífica, así lo deseo de corazón,
pero cada día que pasa todo me lleva al recuerdo de, Angola, Irak, etc. No
olvidemos que Venezuela es la mayor reserva de petróleo del mundo y esto es un
factor importante en un conflicto que, en el momento en que Guaidó se auto
declaró presidente, dejó de ser un problema interno del país a ser un problema
de estrategia y política internacional.
Podría hablar de las últimas elecciones en Venezuela y sus circunstancia
anómalas, pero no quiero enredar más, solo dejar claro con los pequeños apuntes antes expuestos, que
la situación en la tierra que me vio nacer es cada día más compleja y peligrosa,
y que cuando los políticos en España la utilizan con fines electorales, están siendo
rastreros y sucios además de estar tensando una situación cuyo precio es el
sufrimiento de unos ciudadanos inocentes.
Así que les pido a todos los que lean este texto que por
favor se informen mejor, que reflexionen más y que tengan en cuenta las
posibles consecuencias de la crisis venezolana en la población, antes de opinar
tan alegremente de lo que allá acontece, lo mismo le diría a los políticos de
uno y otro lado, pero lo triste es que ya lo saben y poco les importa el
pueblo, la democracia y la paz.
martes, 22 de enero de 2019
Mr Hyde
La ultra derecha teje un discurso que le habla directamente
a nuestra fiera interior, al ente que habita en lo más profundo de nuestra
psiquis. Alguien dijo que unos días de hambre es lo único que separa nuestra
sociedad de la barbarie, quizás no sea cierto del todo, pero desde luego que no
iba mal encaminado, ya que nuestro cerebro está estructurado por capas, capas
que esconden el historial evolutivo que nos ha traído hasta lo que somos hoy en
día como especie, por lo que la refinación del gusto por el arte, la búsqueda
de la espiritualidad, el afán por la relaciones complejas… todo ello puede
quedar enmudecido en un instante, cuando nuestro yo más profundo y primitivo
despierta, normalmente debido al miedo, la rabia, la supervivencia, o una
mezcla de las tres. Sea como sea nuestra tendencia primaria es ser fascistas,
defender a la manada del diferente, desconfiar y ser cruel para sobrevivir,
como hace cualquier animal y en especial los mamíferos. (Si alguien cree que
esto no es así, quizás debería leer un poco más, ver de vez en cuando algún
documental de vida animal o simplemente observar el comportamiento de los
animales domésticos)
Thomas Jefferson dijo: “el precio de la Libertad es la
eterna vigilancia”. Él se refería a la necesidad de estar siempre atentos a que
los derechos ganados no se perviertan o pierdan, que la obligación del
ciudadano no es sólo elegir a buenos gobernantes, sino estar siempre pendientes
de que éstos cumplen sus promesas y de que la sociedad avanza en la dirección
correcta. Pues bien, yo creo que este concepto puede y debe ser también
aplicado en la vigilancia constante de no dejarnos llevar por nuestros
instintos más básicos. Esta lucha siempre fue necesaria, a lo largo de la
historia, pero hoy en día se vuelve más necesaria, debido a la post-verdad, que
apela a nuestras pasiones e instintos, manipulando la información y faltando a
la verdad, todo ello a favor de una derecha rejuvenecida y maquillada que
intenta hacernos creer que no es lo que es, usando términos como Neo-liberales,
y hablándonos de centrismo como si tal cosa pudiera existir.
El ser humano también cuenta entre sus instintos básicos con
la empatía o el cariño, entre otras cualidades positivas, pero no son estos
instintos a los que me refiero en el texto, sino a los que surgen como reacción
ante Miedo, rabia y supervivencia.
Si queremos un futuro de igualdad, de justicia social, no sólo
para nosotros sino para las generaciones venideras, debemos estar siempre
vigilantes de no convertirnos en Mr Hyde.
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