La alquimia mezclaba elementos propios del pensamiento mágico, con misticismo y ciencia, el paso del tiempo y la evolución del hombre fueron trillando la alquimia para separar la paja del trigo, así en nuestros días tenemos la química y también ciertas corrientes filosóficas y espirituales herederas directas de ese caldo primitivo que fue la alquimia. Igualmente, el pensamiento mágico ha ido dando paso al pensamiento racional, pero parece que hemos llegado a un punto muerto, en el que el pensamiento mágico ha encontrado un hueco donde estar, sin entrar en enfrentamiento directo con la racionalidad y así perpetuarse en el tiempo. La historia a demostrado que el pensamiento mágico está profundamente enraizado en nuestra psiquis y resulta muy difícil deshacerse de él. Yo propongo enfrentarse a la necesidad de creer en cuestiones mágicas, no intentando eliminarla, sino sustituyéndola por la imaginación, que en el peor de los casos es inofensiva y bien utilizada es una herramienta tremendamente poderosa para el avance de la humanidad, en su conjunto y también de sus individuos en particular.
En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.
Albert Einstein
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