Sin intención de caer en el despotismo ilustrado, me pregunto dónde se encuentra el punto de equilibrio a la hora de gobernar cuando sabes que lo que crees mejor para la mayoría, no es apoyado por la mayoría ¿Qué debes hacer? En esta pregunta, por supuesto no incluyo los juegos políticos en busca de popularidad y votos, ese es el otro extremo, el populismo exacerbado, que por ejemplo tantos buenos resultados electorales le ha dado a Hugo Chávez, pero que, en casi nada, en el mejor de los casos, ha mejorado la situación de los propios votantes. Muchas veces nos llenamos la boca diciendo que el pueblo es soberano y sabio, y en otras que la masa es tonta y borrega, ¿es que acaso no estamos hablando de la misma gente y que lo único que cambia es el termino para definirla?, ¿En qué quedamos? ¿el pueblo – gente saben lo que quieren? ¿ o no? Y ¿En qué medida se les debe tomar en cuenta? ¿Es justo que las minorías carguen con el peso de las decisiones de la mayoría? O ¿Esto último es solo un mal menor, un daño colateral?.
Personalmente, creo en un punto intermedio que no está claro ni es definible fácilmente, ya que en cada situación ese punto está en un sitio diferente, creo en eso y en la educación, información y participación. Pero no dejo de pensar que incluso en el mejor de los escenarios posibles todo esto no deja de ser un tema muy, muy complicado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario